El comercio local valenciano
El comercio local en valencia despierta tras la crisis
Solo en la Comunidad Valenciana, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) cifra la pérdida del comercio local en 2020 en 2.070 millones, la más alta después de la hostelería. Además, datos de Confecomerç, la confederación de comercio de la Comunidad, señalan que en el verano de 2020 el 30% de los comercios locales llegaron a estar en riesgo de cierre.
El Informe de la Distribución Comercial en la Comunidad Valenciana de 2021 muestra que las medidas tomadas para combatir la pandemia han modificado las decisiones de compra y los hábitos de consumo de los consumidores. El principal cambio ha sido el aumento de las compras online en detrimento de las compras en comercios físicos, algo que no ha jugado en favor del pequeño comercio, a pesar de sus intentos por adaptarse al nuevo mundo digitalizado.
Cuando estos comercios aún no habían superado la crisis sanitaria llega ahora una crisis inflacionaria derivada de la guerra en Ucrania, el otro gran frente al que tiene que hacer frente el pequeño comercio local. Según el portal Datosmacro, la tasa de variación anual del IPC en el mes de marzo fue del 9,8%, lo que supone un aumento considerable en los gastos de los comercios.
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Mirando al futuro, el pequeño comercio se encuentra escéptico. A pesar de que puedan venir nuevas crisis, los miles de trabajadores del sector seguirán trabajando para mantener sus negocios a flote, encontrando en las redes sociales y en las asociaciones dos aliados fundamentales para sobrevivir, pero haciendo un llamamiento a la responsabilidad individual de los consumidores: los clientes fidelizados son los que sustentan al comercio local.
Solo en la Comunidad Valenciana, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) cifra la pérdida del comercio local en 2020 en 2.070 millones, la más alta después de la hostelería. Además, datos de Confecomerç, la confederación de comercio de la Comunidad, señalan que en el verano de 2020 el 30% de los comercios locales llegaron a estar en riesgo de cierre.
El Informe de la Distribución Comercial en la Comunidad Valenciana de 2021 muestra que las medidas tomadas para combatir la pandemia han modificado las decisiones de compra y los hábitos de consumo de los consumidores. El principal cambio ha sido el aumento de las compras online en detrimento de las compras en comercios físicos, algo que no ha jugado en favor del pequeño comercio, a pesar de sus intentos por adaptarse al nuevo mundo digitalizado.
Cuando estos comercios aún no habían superado la crisis sanitaria llega ahora una crisis inflacionaria derivada de la guerra en Ucrania, el otro gran frente al que tiene que hacer frente el pequeño comercio local. Según el portal Datosmacro, la tasa de variación anual del IPC en el mes de marzo fue del 9,8%, lo que supone un aumento considerable en los gastos de los comercios.
Mirando al futuro, el pequeño comercio se encuentra escéptico. A pesar de que puedan venir nuevas crisis, los miles de trabajadores del sector seguirán trabajando para mantener sus negocios a flote, encontrando en las redes sociales y en las asociaciones dos aliados fundamentales para sobrevivir, pero haciendo un llamamiento a la responsabilidad individual de los consumidores: los clientes fidelizados son los que sustentan al comercio local.