Los hitos de Fernando Alonso
Fernando Alonso es el primer piloto español de la historia que participa en los campeonatos de Formula 1, 500 millas de Indianapolis, mundial de resistencia y Rally Dakar. La lógica invita a pensar que al ovetense se le recordará sobre todo por su etapa en la Formula 1. Sin embargo, fuera de esos circuitos en los que estamos habituados a verle, también ha cosechado grandes resultados. El asturiano siempre se ha caracterizado por imponer su talento al de la máquina, es decir, sacar siempre algo cuando parece imposible.
Imbatido vestido de rojo
Después de dar sus primeros pasos como piloto y demostrar su nivel año tras año, todo parecía encaminado para que Alonso lograra su tercer campeonato en la escudería Ferrari. La confianza del equipo italiano en el asturiano era máxima. Ferrari se hacía con Alonso tres años después de haber logrado su último campeonato del mundo de la mano del finlandés Kimi Raikonen en el año 2007 después de que la escudería McLaren no supiera lidiar con sus dos capos cuando eran el claro favorito para llevarse el campeonato.
El motivo del fichaje del asturiano era claro. Ferrari quería volver a estar en lo más alto y Alonso en ese momento era toda una garantía de cara a estar con los mejores. El tiempo le ha dado la razón al equipo italiano. Todo aficionado a la Fórmula 1 opina que Alonso mereció ser campeón del mundo con Ferrari. En 2010, su primer año, fue la temporada en la que más cerca estuvo de lograr el que hubiera sido su tercer campeonato. Sin embargo, tres victorias de Sebastián Vettel en las últimas cuatro carreras y un error de estrategia en el último Gran Premio impidieron lo que parecía un título cantado en semanas anteriores. Su compañero de equipo, Felipe Massa, hizo 108 puntos menos que el ovetense en esa campaña.
2011 era año de revancha. No obstante, la superioridad del equipo Red Bull hacía imposible que existiera lucha por el campeonato. Nuevamente Sebastián Vettel dominó la temporada con un total de 11 victorias. Alonso finalizó ese mundial en cuarta posición, quedándose muy cerca del subcampeonato. Aún así, volvió a doblegar por segundo año consecutivo a Massa con una ventaja de 139 puntos en 19 carreras. Algo que quedó reflejado en la prensa española.
El año siguiente volvió a ser similar al de 2010. Alonso fue mejor que Vettel en los primeros tres cuartos de campeonato. Sin embargo, el alemán volvió a declinar la balanza a su favor en la última parte, logrando cuatro victorias en las últimas siete carreras para finalizar el mundial tres puntos por encima del piloto de Ferrari. Otro año más, Alonso fue la principal pesadilla de su compañero de equipo, dado que su distancia con Massa fue de 156 puntos.
2010 y 2012 parecían ser los años para que llegara el tricampeonato pero un Red Bull imparable y un Sebastián Vettel dominante lo impedían. Los dos años siguientes la película fue similar. Fernando seguía pasando por encima de sus compañeros de equipo como si nada. El 2013 fue el último de Massa en la escudería italiana. Ferrari sustituyó al brasileño con un campeón del mundo como Kimi Raikonen. No obstante, pese a que el monoplaza estaba lejos de los mejores en cuanto a rendimiento, el piloto asturiano doblegó sin dificultades a “ice man” en la que sería su última temporada de rojo después de cinco temporadas en las que no pudo lograr aquello que pretendía cuando llegó.
Imbatido vestido de rojo
Después de dar sus primeros pasos como piloto y demostrar su nivel año tras año, todo parecía encaminado para que Alonso lograra su tercer campeonato en la escudería Ferrari. La confianza del equipo italiano en el asturiano era máxima. Ferrari se hacía con Alonso tres años después de haber logrado su último campeonato del mundo de la mano del finlandés Kimi Raikonen en el año 2007 después de que la escudería McLaren no supiera lidiar con sus dos capos cuando eran el claro favorito para llevarse el campeonato.
El motivo del fichaje del asturiano era claro. Ferrari quería volver a estar en lo más alto y Alonso en ese momento era toda una garantía de cara a estar con los mejores. El tiempo le ha dado la razón al equipo italiano. Todo aficionado a la Fórmula 1 opina que Alonso mereció ser campeón del mundo con Ferrari. En 2010, su primer año, fue la temporada en la que más cerca estuvo de lograr el que hubiera sido su tercer campeonato. Sin embargo, tres victorias de Sebastián Vettel en las últimas cuatro carreras y un error de estrategia en el último Gran Premio impidieron lo que parecía un título cantado en semanas anteriores. Su compañero de equipo, Felipe Massa, hizo 108 puntos menos que el ovetense en esa campaña.
2011 era año de revancha. No obstante, la superioridad del equipo Red Bull hacía imposible que existiera lucha por el campeonato. Nuevamente Sebastián Vettel dominó la temporada con un total de 11 victorias. Alonso finalizó ese mundial en cuarta posición, quedándose muy cerca del subcampeonato. Aún así, volvió a doblegar por segundo año consecutivo a Massa con una ventaja de 139 puntos en 19 carreras. Algo que quedó reflejado en la prensa española.
El año siguiente volvió a ser similar al de 2010. Alonso fue mejor que Vettel en los primeros tres cuartos de campeonato. Sin embargo, el alemán volvió a declinar la balanza a su favor en la última parte, logrando cuatro victorias en las últimas siete carreras para finalizar el mundial tres puntos por encima del piloto de Ferrari. Otro año más, Alonso fue la principal pesadilla de su compañero de equipo, dado que su distancia con Massa fue de 156 puntos.
2010 y 2012 parecían ser los años para que llegara el tricampeonato pero un Red Bull imparable y un Sebastián Vettel dominante lo impedían. Los dos años siguientes la película fue similar. Fernando seguía pasando por encima de sus compañeros de equipo como si nada. El 2013 fue el último de Massa en la escudería italiana. Ferrari sustituyó al brasileño con un campeón del mundo como Kimi Raikonen. No obstante, pese a que el monoplaza estaba lejos de los mejores en cuanto a rendimiento, el piloto asturiano doblegó sin dificultades a “ice man” en la que sería su última temporada de rojo después de cinco temporadas en las que no pudo lograr aquello que pretendía cuando llegó.