El miedo que se esconde en un acosador
Pablo guarda un secreto agridulce. Reconoce haber formado parte del problema social del acoso escolar durante sus primeros años en el centro
Pablo pasó toda su adolescencia en un instituto público de Xàtiva (Valencia), del que guarda un recuerdo agridulce. Reconoce haber formado parte del problema social del acoso escolar durante los primeros años de su etapa en el centro y lo recuerda como “un juego de niños en el que debías participar si querías ser aceptado. O eras el acosador o el acosado”. A día de hoy, dice sentirse “culpable del infierno que hizo pasar a un par de compañeros” y achaca su comportamiento pasado a “la presión social vivida durante la adolescencia”.
Pregunta: ¿Consideras que fuiste un acosador escolar durante tu época de instituto?
Respuesta. Sinceramente, sí, los primeros años por lo menos. Un abusón.
P. ¿Qué te hizo ser así?
R. Cuando entras a un sitio completamente nuevo, el instituto en este caso, con amigos nuevos, gente nueva… debes caer bien sí o sí. Desgraciadamente, es acosar o ser acosado. Tenías que participar en este juego de niños si querías ser aceptado por los demás y que te considerasen alguien “guay” y no un “pringado”. Ahora lo pienso mejor, y me doy cuenta de que todo era por miedo, por una presión social a no ser aceptado por los demás.
P. ¿Te arrepientes de lo que pasó?
R. Sí, lo he pensado muchas veces. Hice pasar un infierno día a día a una compañera durante primero y segundo de la ESO y ahora pienso que me pasaba una barbaridad. Pienso en cómo pudo afectarle todo aquello y cómo hubiera sido su vida si yo no me hubiese comportado así, y la mía…
P. ¿También estuvo presente el cyberbullying en aquella época?
R. Y tanto que sí, aunque con menos peso que ahora. Recuerdo las redes sociales “Tuenti” y “Ask” y la cantidad de toxicidad que existía dentro de ellas. Desde fotos a modo de burla y acoso hasta comentarios tachando a cualquiera de “puta”, “zorra” ...
P. ¿Qué hacía el centro educativo en estos casos?
R. Nada. Quizá en algún momento nos pusieron alguna amonestación por “liarla” más de la cuenta o incluso robarle la mochila a algún compañero y esconderla por ahí. Pero en cuanto al bullying, lo consideraban “un juego de niños” que ya debíamos solucionar nosotros. No fue hasta más tarde cuando incorporaron alguna charla de ciudadanía sobre el acoso escolar y cómo evitarlo, pero en ese momento ya era tarde, el daño ya estaba hecho, y yo ya había crecido y madurado para darme cuenta de todo.
Pregunta: ¿Consideras que fuiste un acosador escolar durante tu época de instituto?
Respuesta. Sinceramente, sí, los primeros años por lo menos. Un abusón.
P. ¿Qué te hizo ser así?
R. Cuando entras a un sitio completamente nuevo, el instituto en este caso, con amigos nuevos, gente nueva… debes caer bien sí o sí. Desgraciadamente, es acosar o ser acosado. Tenías que participar en este juego de niños si querías ser aceptado por los demás y que te considerasen alguien “guay” y no un “pringado”. Ahora lo pienso mejor, y me doy cuenta de que todo era por miedo, por una presión social a no ser aceptado por los demás.
P. ¿Te arrepientes de lo que pasó?
R. Sí, lo he pensado muchas veces. Hice pasar un infierno día a día a una compañera durante primero y segundo de la ESO y ahora pienso que me pasaba una barbaridad. Pienso en cómo pudo afectarle todo aquello y cómo hubiera sido su vida si yo no me hubiese comportado así, y la mía…
P. ¿También estuvo presente el cyberbullying en aquella época?
R. Y tanto que sí, aunque con menos peso que ahora. Recuerdo las redes sociales “Tuenti” y “Ask” y la cantidad de toxicidad que existía dentro de ellas. Desde fotos a modo de burla y acoso hasta comentarios tachando a cualquiera de “puta”, “zorra” ...
P. ¿Qué hacía el centro educativo en estos casos?
R. Nada. Quizá en algún momento nos pusieron alguna amonestación por “liarla” más de la cuenta o incluso robarle la mochila a algún compañero y esconderla por ahí. Pero en cuanto al bullying, lo consideraban “un juego de niños” que ya debíamos solucionar nosotros. No fue hasta más tarde cuando incorporaron alguna charla de ciudadanía sobre el acoso escolar y cómo evitarlo, pero en ese momento ya era tarde, el daño ya estaba hecho, y yo ya había crecido y madurado para darme cuenta de todo.